Sobre mi

Cuando era pequeña soñaba con tener el poder de cambiar el mundo, de cambiar todo lo que no me gustaba o parecía injusto. Me imaginaba que alguien o algo me otorgaba ese poder y que con el simple acto de chasquear los dedos las cosas feas de la vida se volverían bonitas y luminosas. Como adulta soy consciente de que eso es imposible pero en la medida de mis posibilidades  y en la medida de las posibilidades de cada uno de nosotros creo humildemente que sí podemos cambiar muchas. Es una cuestión de responsabilidad y de pensar en plural  como símbolo de evolución. El barro y lo que construyo a través de él no va a cambiar el mundo pero a mí me ha salvado la vida.

El público está invitado a interpretar mi obra desde un punto de vista pedagógico crítico utilizando esta como una herramienta reflexiva. Pretendo mover conciencias e intento fomentar el cambio. Toda mi obra es una llamada de atención hacia la necesidad de respetar la naturaleza. Siempre intento que funcione sin maquillaje. Es decir, de no esconder las imperfecciones, los accidentes, que sea muy auténtica y natural, y que deje abierto ese espacio para las procesos. El proceso es importante en la obra, pero también en el día a día en una sociedad capitalista y consumista como la nuestra, donde son los procesos los que marcan la diferencia. Ser consciente de lo que supone hacer las cosas cambia nuestra percepción de la vida y de lo que tenemos alrededor.

Por siglos hemos podido ver la importancia e influencia que ha tenido cualquier manifestación artística sobre las personas, de ahí que lo considere como el medio ideal para crear una conciencia crítica, ecológica y social. Porque además es mi medio, es en el que me muevo y donde mejor me encuentro.

Mis piezas tienen tendencia a apropiarse del lugar, a dialogar con él, no quieren ser meras obras decorativas. Son como plantas que nacen en un lugar, y crecen adaptándose al espacio.

Inspirándome en la naturaleza construyo un mundo que no existe para que exista y espero que al haceros conscientes de todo lo que os muestro vosotros también comencéis a construir un mundo que no existe para que exista. O al menos os paréis a reflexionar sobre ello.

Otro de los objetivos que plantea mi obra es la de establecer un diálogo entre el espectador y los objetos. Estos nos sugieren ideas y despiertan en quienes los contemplamos todo tipo de sentimientos. Invitan a soñar, a imaginar y a evocar otros lugares o momentos.

El barro, este maravilloso material al que me supedito, me ha llevado siempre a buscar el alma de las cosas. Lo misterioso acecha a la vuelta de la esquina, en el interior de uno mismo y entonces un ovillo no es solo un ovillo. Un ovillo es un hilo acurrucado.

Los objetos son un reflejo de lo humano y como tal no son solamente útiles, son también ideas, poesías metafóricas, un modo de vivir y ver el mundo. Nos hablan y les hablamos. De entre todos, los que más amo son los usados. Una lata oxidada, llaves antiguas que me hacen imaginar cómo serían las casas que abrían y como serían las personas que las habitaban. Objetos felices impregnados del uso de muchos. Me gusta transformarlos, darles una funcionalidad diferente a la que tuvieron, convertirlos en poemas visuales porque a veces imagino que existe un universo paralelo, donde convivimos con pequeños seres que hacen uso de nuestros objetos. Estos se transforman y se adaptan a este diminuto, pero a la vez gigantesco universo para integrarse de forma peculiar, siendo utilizados con una finalidad muy distinta a la que fueron creados.

Siempre he sentido un gran interés por todo lo artístico pero no es hasta la adolescencia cuando estudio en la escuela de artes y oficios aplicados del pabellón de Chile. Allí curso alfarería y cerámica y posteriormente entro en la Escuela de Artesanos de Gelves.

Cada año participo en ferias artesanales de importancia como el Mercado Navideño de Sevilla. En dicho mercado, en diciembre de 2014, me otorgan el premio a la mejor obra conjunta.

Además he realizado numerosas exposiciones y por dos años consecutivos he sido invitada a la Biennale Internazionale di Pittura Scultura Ceramica, Grottaglie (Taranto), Convento di San Francesco di Paola.

Mi cerámica es decorativa y la mayor parte de mi producción está centrada en la elaboración de piezas artísticas de carácter escultórico.

Mi evolución como creadora y artesana me empuja a fundar Cerámica Fango, mi propio taller y tienda en la calle Vara del Rey (Sevilla) a donde os invito a visitarme.


Cerámica Fango

"Crea una obra evocadora entre lo humorístico y lo poético en un contexto casi onírico."
    Teresa Aguilar Iglesia

    A través de mis ojos.

    Teresa Aguilar Iglesia
    Ceramista y Alfarera
Presentación
Muestra del catálogo de piezas de Cerámica Fango

Puntos de Venta

Cerámica Fango

Vara del Rey, 6, Local - Sevilla

El Postigo

Arfe, s/n - Sevilla

El Patio Sevillano

Paseo de Cristóbal Colón, 11 - Sevilla

Norler Grabados

Alfarería, 26 - Sevilla

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