Cada uno sabe como le sobrevino la plaga, en mi caso me hallaba en pleno proceso creativo. Preparaba una serie de piezas en porcelana inspiradas en unos pequeños insectos denominados membrácidos.
Con estas piezas he querido resaltar la importancia de la comunicación. Los membrácidos son pequeños insectos que habitan en los tallos de las plantas, comunicándose entre sí a través de las vibraciones que producen sobre éstas.
En estos días hemos visto como jabalíes se pasean por Barcelona. Delfines nadan en las costas de Cagliari, en Italia. Patos recorren tranquilamente París. Estos son algunos de los episodios que se han registrado desde el inicio de la cuarentena en distintas partes del mundo y demuestran que, cuando el hombre se ausenta, la naturaleza recupera su lugar.
En estos días de confinamiento al igual que en otras épocas de mi vida me he refugiado en el arte. Otros eligen otros caminos para sobrevivir. En mi caso es donde aprendí a vivir y es lo que me ha dejado respirar todo este tiempo. Y espero que también el que vendrá.
Como de momento otros modos parece que no son posibles, iré compartiendo en este blog parte de mi trabajo que espero os guste.